¿Y si estuvo ahí y no lo supiste ver?

 Tal vez estuvo ahí y no lo supiste ver. Porque, imagínate que las luces te encandilan y que no escuchas nada más que tu corazón latiendo muy fuerte; y que alguien te grita y no hay otra alternativa que correr, y que de repente tu mente se queda en blanco, y lo último que recuerdes es el sonido de las olas. Pero es imposible, porque por más de que corras y corras nunca podrías llegar al mar, está a kilómetros de distancia. Pero, tal vez, si te dijesen "escucha con atención, observa y lo encontrarás", quizá te convencen de que puede llegar a ser real. Aunque lógicamente imposible. Porque, además, si inesperadamente visualizas altos árboles y sientes un viento que parece sacudir la tierra misma, y de repente, cuando todo pareciera calmo, ves en el suelo una roca extraña con un símbolo, o quizá un jeroglífico. 

Y si una mañana cualquiera el espejo de tu habitación estuviese roto, y en la puerta de tu casa hubiese un perro negro, con los ojos tan atrapantes como agujeros negros, y de repente te encontrases corriendo, quizá huyendo.